Durante este fin de semana he leído este artículo sobre la tecnología en los estadios de Alberto Blázquez Manzano y me parece interesante compartirlo con todos vosotros y comentarlo.
Según Alberto Blázquez, el estadio no es solo el recinto que alberga un evento deportivo, debe ser un espacio donde se estimulen los sentidos y el aficionado lo viva como una experiencia única.
Si observamos los estadios más relevantes en la actualidad llegamos a la conclusión que tanto la estética como las tecnologías de la comunicación ocupan un lugar importante en el diseños de estos. Esto se debe a que los estadios están orientados a cubrir las necesidades humanas de la pirámide de Maslow.
Para satisfacer los dos primeros niveles de la pirámide nos encontramos con diversas salidas de emergencia, accesos controlados al campo, aseos, servicios médicos, etc. El primer objetivo cuando se diseña un estadio debería ser garantizar la seguridad, tanto de los participantes como de los espectadores.
En segundo lugar encontramos las necesidades de afiliación. En este nivel la tecnología adquiere un papel muy importante ya que nos puede permitir una comunicación bidireccional. Es habitual que en un estadio haya pantallas de televisión gigantes, folletos o megafonía. Todos estos elementos corresponden a una comunicación unidireccional. Con los nuevos avances tecnológicos se busca favorecer la comunicación bidireccional de la que hemos hablado antes, ya que supone una experiencia nueva para el aficionado y además le hace sentirse importante, algo que podemos enlazar con el siguiente nivel de la pirámide.
El tercer nivel son las necesidades de realización. El aficionado no solo acude a ver a su equipo para animarle, sino que busca sentirse realizado y tener su momento de protagonismo y recordar siempre que él formó parte de ese momento. Desde el artículo se propone realizar mosaicos con las fotos de los aficionados, salir por la pantalla gigante, etc. Podemos ver con estos ejemplos como la tecnología sigue adquiriendo un papel principal para lograr estos objetivos.
Una herramienta que podemos usar para conseguir todo lo comentado anteriormente es el smarthpone. A través de diferentes aplicaciones podemos hacer partícipe en todo momento al espectador y lograr todos los objetivos de la pirámide de Maslow.
Además de todo esto, la inclusión de la tecnología en el desarrollo del partido podría ser una herramienta muy interesante y reduciría el factor humano en el resultado de una manera muy notable. Con esto me refiero a incluir soporte tecnológico que ayude al árbitro a tomar la decisión correcta. En deportes como el tenis la aparición de la tecnología ha supuesto una mejora y una disminución de los errores arbitrales, por lo que en mi opinión debería incluirse en otros deportes que aún no lo han probado, como por ejemplo el fútbol.
